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El poutine es un plato oriundo de Quebec, Canadá; muy popular en los lugares de comida rápida de este país. Consiste en una ración de papas fritas y cheese curds (queso en grano), una especialidad regional hecha de partes sólidas de la leche cuajada, un queso muy delicado y fresco, cubierta de un gravy o salsa más o menos espeso.
Algunas variaciones incluyen carne de res, cordero o cerdo, incluso conejo o frutos marinos, aunque el poutine clásico es el más popular. No hay concenso acerca de su origen, aunque una popular historia lo ubica en 1957, gracias a Fernand Lachance, dueño de un restaurante en Quebec. Según esta versión, Lachance lo hizo para complacer la petición de un cliente.
Aunque fuera de Canadá y algunas regiones de Estados Unidos es casi imposible hallar los cheese curas aquí en México lo podemos sustituir con requesón (por su textura) o huesillo (por su sabor).
Vamos a empezar por cortar
una papa grande en bastones, las rociamos con aceite de oliva, sal, pimienta y
páprika o pimentón dulce. Las mezclamos muy bien y las vamos a hornear por 45
minutos a 200 grados Celsius.
Mientras tanto vamos a
freir un poco de tocino picado hasta que quede doradito.
Como todos los platillos
populares, existen tantas variedades como cocineros la han preparado.
Reservamos el tocino y
agragamos un poco de mantequilla a la grasa que dejó el tocino en la sartén.
Añadimos ajo picado, un
poquito de harina y removemos para que espese.
Agregamos media cerveza,
originalmente se usa la tipo stout, un poco de mostaza y salsa inglesa, que se
llama worchestershire, y un poquito de jarabe de arce (maple), que lo
conocemos como maple.
Al sacar las papas del
horno las ponemos en un plato grande, le agregamos un poco de requesón y al
final las bañamos con la salsa que hemos preparado,
Saludos a
toda mi banda que nos ve desde Canadá y desde México, nosotros disfrutamos de
esta delicia.
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