Junto con el maíz, el fríjol y la chía, el amaranto fue uno de los principales
productos para la alimentación de las culturas precolombinas de América. Para
los mayas, aztecas e incas el amaranto fue la principal fuente de proteínas y
se consumía como verdura y grano reventado.
Hoy vamos a preparar unas tortitas de amaranto, muy
nutritivas y deliciosas.
Necesitamos 2 claras de huevo a punto de turrón, le
agregamos las dos yemas con movimiento envolvente.
Con la llegada de los españoles a América y durante
la Conquista, el amaranto fue eliminado de la dieta indígena por razones
religiosas y políticas.
Le añadimos amaranto, en su forma más conocida, que
es cereal reventado, jitomate y cebolla picados y hoja de planta de amaranto
fileteada. Si quieren, pueden agregar un
poco de chile picado, para darle sabor. Y mezclamos muy bien.
Entre los usos actuales del amaranto hoy en día,
están las alegrías, las galletas,
mazapanes y tortillas.
Vamos a formar “tortitas” y rellenarlas con queso
fresco, a freírlas a fuego bajo con muy poco aceite.
El amaranto es el producto de origen vegetal más
completo, es una de las fuentes más importante de proteínas, minerales y
vitaminas naturales.
Contiene el doble de proteína que el maíz y el arroz,
y de 60 a 80 por ciento más que el trigo.
Ya con las tortitas hechas, las podemos acompañar con
ensalada o con alguna vinagreta o caldillo (como si fueran de carne).
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